"¿Por qué América Latina es la porción más pobre, convulsa y subdesarrollada de Occidente? Si hay algo que siempre resulta incómodo es encontrar responsables. ¿Hay culpables directos de nuestro fracaso relativo?". Ricardo Montaner
La cuestión es la crisis de gobernabilidad y por regla general entonces, los presidentes democráticos de América del Sur corren el riesgo de no terminar sus mandatos.
pero la pregunta vá mas Alla..porque de varios fracasos de gobiernos militares (Velasco en Perú ,Domingo Peron en Argentina, Lucio Gutierrez en ecuador y otros más) seguimos insistiendo en la terca inclinacion con gobiernos Autocraticos como Hugo Chaves o Nacionalistas indigenas como Evo Morales y Ahora con el candidato Presidencial Ollanta Humala Ex comandante que promueve el nacionalismo barbaro, que salto a la politica imitando a un Lucio Gutierrez,realizando una insurgencia con la toma de un cuarte en el Peru? tipico de los revolucinarios fracasados que creen que han nacido para sacar de la pobreza a su pais.
Que esta pasando por las neuronas del pueblo Latinoamericano ?
Solamente en Bolivia entre 1978 y 1982 fue el más inestable y caótico de toda la historia republicana de Bolivia con nueve presidentes en cuatro años y medio, siete de facto y solo dos constitucionales. La secuencia presidencial es: Gral. Juan Pereda (1978), Gral. David Padilla (1978-1979), Wálter Guevara (1979), Cnl. Alberto Natusch (1979), Lidia Gueiler (1979-1980), Gral. Luis García Meza (1980-1981), junta militar (1981), Gral. Celso Torrelio (1981-1982) y Gral. Guido Vildoso (1982). casi todos ellos militares...y es éste pais el mas atrazaso en America Latina y a la vez el país con más golpes de estado que ningun otro.
Es muy gracioso, y a la vez trágico, que mientras los chinos dicen que gracias a la globalización ellos han conseguido que por lo menos 300 millones de chinos tengan un mayor nivel de desarrollo y hayan abandonado la pobreza, resulta que los enemigos de la globalización en América Latina dicen que ésta fue la que ha provocado la pobreza en nuestros países. Algo ridículo, que va en contrario también a lo que dice la India, donde hay otros 200 millones de personas que han alcanzado niveles de desarrollo de clase media, gracias, precisamente, a insertarse en los circuitos comerciales internacionales.
Lo que se desconoce es que todos los países que han abandonado la miseria, lo han hecho en contacto con países poderosos, ya sea Corea del Sur, Irlanda o España. Es decir, los países que eran muy pobres y se han convertido en países razonablemente prósperos, lo han hecho en contacto (sea científico, técnico o financiero) con el mundo empresarial
El fenómeno del desarrollo y de incorporarse al Primer Mundo, la labor de la clase dirigente política es muy importante. Creo que lo estamos viendo en Chile, que es el primer país latinoamericano que va directo hacia el Primer Mundo, y esa es la consecuencia no sólo de una especie de acuerdo general de la sociedad (que es muy difícil de medir), sino del consenso de la clase dirigente, donde todos los partidos políticos, desde la derecha civilizada de Joaquín Lavín hasta la izquierda civilizada de Ricardo Lagos, el 95 por ciento del espectro político chileno está de acuerdo en que el modo de desarrollar el país es integrarlo y acercarlo al mundo desarrollado, para que participe de esta gran fiesta económica, científica y técnica de la globalización. Y han pasado los chilenos de 200 empresas exportadoras, que tenían antes de la apertura, a 2,500 de esas empresas, al tiempo que han reducido su nivel de pobreza del 42 al 18 por ciento.
Tenemos que llegar a la conclusión de que es muy importante el consenso de la clase dirigente sobre qué tipo de país se quiere y hacia dónde se quiere ir. Esto es lo que encontramos en Chile: el que llega al Gobierno no trata de tirar las cosas abajo ni trata de volver al pasado populista, sino continúa en la misma senda que, hay que admitirlo, empezó con la dictadura, pero que continúa de una manera triunfal con la democracia.
Lo que ocurre en Venezuela es al contrario desde que se inicio Hugo Chaves en el gobierno Venezolano con un Sistema Autocratico aumentó la pobreza de de un 30 a un 38% a pesar de estar previlegiado con los petrodolares que percibe actualmente
Lo sé: una buena parte, quizá mayoritaria, de los lectores de estos articulos no estará de acuerdo con el contenido. y la razón es obvia: millones de latinoamericanos se autocalifican de nacionalistas y de antiimperialistas y estas reflexiones chocarán con sus creencias. Son personas que gustosamente expulsarían de su país a las multinacionales, esos pulpos planetarios a los que suelen hacer responsables del saqueo económico o de la complicidad con el tirano de turno. Porque cuando se grita, con más pasión que reflexión, «yanqui go home» se está gritando contra ese yanqui ostensible y anunciado que se llama ITT,Microsoft o General Motors. Ese es el yanqui que los radicales quisieran ver lejos de sus fronteras. Sin embargo, una mirada más penetrante al problema quizá les fuese útil a los grupos radicales. Por ejemplo, un rápido análisis de nuestro entorno nos revela una verdad de Perogrullo: nuestras vidas, inexorablemente, se van norteamericanizando a un ritmo creciente e inevitable. Nuestra América, pese a las leyendas indigenistas, es una prolongación de Europa a la que los Estados Unidos, cada vez con mayor fuerza, le imprimen el carácter de su civilización. Yanqui es la forma de instalar una prótesis, de marcar las señales de tráfico, de celebrar ciertas fiestas, de organizar un manicomio, un cuartel de bomberos, un ejército, una estación de radio, un aeropuerto, una universidad, un almacén de víveres, una biblioteca. Yanqui es, o va siendo, el método de luchar contra las enfermedades, de recluir a los ancianos, de regir el comercio, de contabilizar las pérdidas o las ganancias, de distribuir el agua y la electricidad o de instalar las líneas telefónicas. Yanquis -en suma- no son únicamente los artefactos que pueblan nuestra existencia, sino además la sucesión de actos en los que invertimos nuestro tiempo, es decir, nuestro //quehacer vital //y nuestro //modus operandi//. Y aquí llegamos, exactamente, al meollo de la cuestión. Lo importante, el signo decisivo de nuestra época, no es que las multinacionales, casi todas norteamericanas, dominen el comercio mundial, sino que la sociedad norteamericana, aun sin proponérselo, exporta su quehacer, su modo de vivir, sus formas de realizar los hechos, grandes y pequeños, que conforman nuestras vidas. Obviamente, frente a la importancia capital de este fenómeno incontrovertible, el tema de la existencia de las multinacionales pierde toda urgencia. Y si yo fuera marxista, que no lo soy, opinaría que las multinacionales -esos yanquis a los que nuestros patéticos radicales, enfundados en //bluejeans //y fumando «Winston», mandan constantemente a casa- no son más que una expresión de la superestructura, mientras que el otro fenómeno, el fenómeno de que los pueblos latinoamericanos asuman voluntaria y totalmente los ademanes y el estilo de vida de los Estados Unidos, pertenece a la estructura primaria, al mecanismo central, al corazón de nuestro modelo social.
Frente a este panorama, tampoco es extraño que se alcen las voces de ciertos nacionalistas empeñados en salvar el patrimonio tradicional de las naciones hispanoamericanas. Curiosamente, estos especímenes gozan de un gran prestigio revolucionario, porque quien predique contra lo extranjero, o los extranjeros, siempre encontrará un auditorio dispuesto a aplaudir hasta el delirio. Sin embargo, una observación más seria del problema nos lleva inevitablemente a proponer la alternativa contraria: si hay solución a los malesde América Latina, ésta no consiste en cerrar las fronteras a las influencias extrañas, sino en abrirlas de par en par, de una manera consciente, tras admitir que el concepto nación, aunque fuertemente instalado en nuestras creencias, prácticamente ha perdido toda vigencia en nuestro momento histórico, en la medida en que nuestras sociedades se uniforman con bastante celeridad tras el modelo que proyectan los Estados Unidos. Esa imitación del quehacer norteamericano por parte de todos los paises de planeta incluso toda Europa ,es pues la evidencia, el síntoma de un fenómeno planetario de muy difícil modificación en un futuro cercano. De nada vale bramar contra los //blue//-//jeans //o el rock, porque éstos son únicamente los retoques cosméticos de un profundo proceso de transculturización en el que se inscriben los antibióticos, la televisión,la computadora, el jet y hasta el debate ideológico abstracto, porque también nos llegan del frío la contracultura, la antisiquiatría, las preocupaciones ecológicas y casi todos los puntos de vista que animan nuestros cotarros intelectuales. La realidad es terrible pero no podemos dejar de asumirla: nuestro cerebro, el cerebro de nuestra sociedad, queda fuera de nuestras fronteras, y -por mucho que nos pese- no hay manera de prescindir de este órgano. Lo razonable, pues, es aceptar, con toda humildad, que la especie humana se desplaza hacia un modelo de sociedad que no es generado por nosotros, y que ese proceso de creciente uniformidad parece ser irreversible. Tampoco hay forma de darse de baja, porque no se puede encapsular una nación a que se resista al tirón impetuoso de los centros creativos, entre otras razones porque las comunicaciones globales e instantáneas han creado una interdependencia que convierte en una absurda quimera cualquier proyecto de autarquía.